jueves, 18 de octubre de 2012

Confesiones

Es difícil empezar una entrada, más cuando tienes tantas cosas en la cabeza. El problema mío nunca ha sido
la falta de ideas sino la organización de las mismas, tal vez es por eso que mi blog se llama La Farfulla porque mis ideas surgen y se plasman en un papel atropelladamente sin dejar que las palabras fluyan y se vean al final estéticas, tal vez por eso también tengo temor de escribir de nuevo.

Ahora mismo tengo un arranque de sinceridad y les diré lo que me sucede: todos los días, desde hace muchos años amanezco con palabras bellísimas en la cabeza (a mi parecer) al inicio ingenua puberta creí que escribiéndolas en un papel se verían tal cual las pensé, para mi sorpresa cada que decidía anotarlas se escondían, se intimidaban y me huían como animales escurridizos, lo peor del asunto no es que se escondieran del papel sino que también se iban de mi mente y ya no volvían, eso me llenaba de frustración porque me separaba totalmente de ellas, no podía saber en que acababa su historia. Opte también ilusamente  por usar un grabador de voz, creyéndome más astuta, dije esta vez seré rápida y no se me podrán escapar, esta de más decir que fue inútil, siempre eran más veloces que yo.

Es por eso que ahora tengo poesía o sabe que invento mal hecho todo el tiempo en mi cabeza, me deleito leyéndome por dentro, a veces termino a veces no, también hay días en que las palabras en mi cabeza son tan armoniosas y perfectas y en conjunto forman algo tan satisfactorio para mi, que me brotan las lagrimas, debo aclarar que no a cantaros, son lagrimas discretas y pequeñas cómo de felicidad.

Mi prosa se va tranquila sabiendo que se confeso conmigo de principio a fin y que a mi me dejo en un estado de paz. Ese es el acuerdo, que nuestra unión y comunión sean secretas, que no las pueda ver, gozar, ignorar, recitar nadie más. Son celosas de mi y yo quisiera no serlo de ellas, me gustaría que salieran y conocieran del mundo que vieran lo precioso que puede llegar a ser que otros se identifiquen con ellas, que son bonitas e interesantes con todo y sus errores gramaticales, que entendieran que muchos van a rechazarlas pero que ellos las hará pulirse y crecer.





Debo irme ya se dieron cuenta que estoy hablando de ellas, empiezan a esconderse.

3 comentarios:

  1. Mi consejo? Lleva una libreta de notas contigo siempre. Asi las malditas palabras no se te escaparan! :-)

    Saludos desde Londres.

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  2. De hecho cuando digo papel me refiero a mi libreta aún no pierdo las esperanzas
    siempre la llevo conmigo a veces tengo suerte y a veces no.

    Saludos desde Guadalajara, Jalisco.

    Pd: te leo

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