miércoles, 9 de febrero de 2011

M

Yo podría por ejemplo contarles de aquella vez en que soñé todos eran letras de papel con colores florecentes en el vientre. No caminaban sino avanzaban por medio de impulsos rodantes.
En vez de ojos tenían tres lentejuelas, éstas sólo miraban el lado izquierdo porque la derecha no existía y a cambio de agua se llenaban frasquitos del sudor de Dios para beber.

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